Según expertos, las consultas médicas por medio de videollamadas se popularizan aceleradamente desde que comenzó la pandemia por covid-19. Es por esta razón que ahora se abre un gran área de oportunidad para mejorar la regulación de telemedicina. Es imperante que los doctores que atiendan a distancia cuenten con una formación académica de telemedicina y que estos servicios comiencen a llegar a la población más necesitada.
La telemedicina ahora representa el 1% de las consultas médicas a nivel mundial y una buena regulación permitirá que este tipo de formato comience a utilizar más. Son muchas las ventajas de tener una consulta médica a distancia en el contexto de la pandemia. Empezando porque este tipo de consultas no ponen en riesgo la salud ni de los pacientes ni tampoco de los médicos.
La nueva normalidad está orillando a los pacientes a buscar este tipo de experiencias y acercarse a la telemedicina. Para ampliar este servicio, es necesario incluir a los ancianos, pobres y discapacitados. Las plataformas de telemedicina deben ser inclusivas y comenzar a llegar, gracias a una buena regulación, a los sectores más necesitados de las sociedades del mundo.
Una regulación para el futuro
La telemedicina es una promesa de la salud en el futuro. Según, April Mims, vicepresidenta de políticas públicas de Hims and Hers, la promesa de la medicina a distancia depende de que todas las herramientas sean accesibles para más personas. Si no se puede democratizar el uso de las consultas a distancia, el servicio se estancará.
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