La Organización Mundial de la Salud OMS ha definido el síndrome del burnout como uno de los factores determinantes del trabajo hoy en día. También conocido como enfermedad del trabajo, el burnout se caracteriza por agotamiento mental, emocional y físico del colaborador por estrés. Este problema de salud se ha acrecentado durante la pandemia y en épocas de home office.
A partir de la pandemia, el trabajo a distancia, las videoconferencias por Zoom y los largos lapsos de tiempo frente a la computadora se convirtieron en el pan de cada día. Las sociedades tuvieron que adaptarse a una nueva normalidad en la que se benefició al bajo contacto para evitar contagios de covid-19. Esto masificó los beneficios del teletrabajo, como el ahorro de tiempo en traslados y el aumento en la productividad.
En cuanto al lado menos amable del home office, ésta práctica acrecentó el síndrome del burnout. Millones de trabajadores en el mundo comenzaron a experimentar una mayor cantidad de estrés al encontrarse confinados y pendientes laborales interminables. Ante la falta de estructura a distancia de ciertas empresas, la enfermedad del trabajo se ha convertido en una de las mayores causas de rotación laboral y fuga de talento.
Es por este motivo que las empresas han tenido que comenzar a invertir en sistemas que ayuden a aliviar el burnout. Rutinas de ejercicio, asesoría emocional y actividades recreativas se han convertido en herramientas que ayudan a evitar el estrés durante la época del teletrabajo. Lo que es un hecho es que las empresas deben enfocarse en estructurar modelos de trabajo a distancia en los que se respeten las horas de trabajo y se de prioridad a la salud mental de los colaboradores.
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