Uno de los cambios que trajo la pandemia de Covid en la vida cotidiana de las personas es, sin duda, la forma de hacer transacciones comerciales. El concepto de economía de bajo contacto llegó para quedarse y México no será la excepción.
La experiencia de la crisis sanitaria ha llevado a buscar la mínima interacción física entre personas al momento de realizar acciones de compra y venta de productos, trámites de servicios, transacciones bancarias y toda clase de actividades cotidianas.
La Low Touch Economy llegó a nuestro país y lo hizo en forma definitiva, se puede adelantar sin temor a equivocarnos. No volveremos a lo que considerábamos como “normalidad” ni siquiera cuando se de por terminada la pandemia y nos incorporemos plenamente a nuestras actividades. Ya tenemos en nuestra cabeza las previsiones sanitarias, el distanciamiento social y la prevención de cualquier riesgo de transmisión viral.
El caso de México.
La transformación económica de nuestro país tendrá que ser directamente proporcional al grave impacto que la pandemia tuvo no solo en cuanto a la lamentable pérdida cuantiosa de vidas, sino en el desarrollo nacional. Paralelamente a la reactivación productiva, la economía de bajo contacto representa mucho más que un cambio de actitudes y costumbres: constituye una gran oportunidad para cambiar la forma de hacer negocios y de estimular nuevas unidades productivas basadas en el nuevo paradigma.
El acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, será un gran impulsor de la economía mexicana, pero las empresas de los 3 países deberán transitar hacia la recuperación a la par de incursionar definitivamente ala economía de bajo contacto, con lo que implica en los planes de negocio, la logística, la organización empresarial interna, el desarrollo de soluciones tecnológicas y nuevos negocios. En fin, una nueva mentalidad de operación.
Los empresarios mexicanos que no comprendan cómo hacer negocios desde ya en la nueva normalidad y logren desarrollar nuevas estrategias comerciales dirigidas a atender nuevos hábitos de consumo, no podrán trascender.
Ese es el reto. Esa es la oportunidad.