“Digitalización es sinónimo de economía”, dice el experto español Andrés Macario, porque es condición indispensable para mantener una condición competitiva entre empresas.
Eso quiere decir que cuando hablamos de digitalización no debemos circunscribirnos a empresas tecnológicas o a áreas de marketing, sino a toda una realidad que hay que asumir todos como actores económicos: empresas y empresarios, comerciantes y consumidores.
Desde la aparición del internet y las nuevas tecnologías de la información, la economía se ha adaptado a un nuevo entorno digital. La pandemia aceleró este proceso exponencialmente aunque la digitalización sigue siendo una tarea pendiente para muchos, especialmente los más pequeños empresarios.
Pero en los últimos meses, un virus contagioso hizo que se avanzara más en digitalización económica que en muchísimos años. El trabajo remoto la materialización de una evolución que convirtió datos físicos en digitales, y que trasladó juntas de trabajo a un espacio virtual de interacción para tomar decisiones.
Y contra lo que muchos creen, la digitalización no necesariamente implicará destrucción de puestos de trabajo. Al contrario, se podrán crear nuevas especialidades, áreas de oportunidad a la par del avance tecnológico, y en general una nueva manera de entender la actividad económica.
Por lo tanto, tendríamos que mirar a esta pandemia como la oportunidad para generar una nueva economía y desarrollar nuevas aptitudes y talentos en las personas. Aunque genere miedo y lo veamos como algo muy fuera de nuestro alcance, todos debemos adentrarnos en esta economía digital. Y cuanto antes, porque es el futuro y, cada vez más, el presente.