Está documentado que durante el último año, el de la pandemia, el 50 por ciento de los consumidores a nivel global utilizan más que antes los sistemas de pagos digitales, lo que supone una gran oportunidad para replantear tu negocio.
No es cosa menor. Estamos hablando de la mitad de la población del mundo que adquiere algo y que no dejará de hacerlo, aunque en ello vaya un cambio de hábito de pago.
“Este contexto nos sirve para analizar la posibilidad de un futuro cercano de transacciones totalmente contactless. Aquí la línea de tiempo se podría definir con base en la ubicación geográfica; existen mercados como el de Estados Unidos, dónde la penetración de este método de pago es relativamente alta y dónde el 58% de quienes han utilizado el pago sin contacto volverían a utilizarlo después de la pandemia”, afirma Jorge de Lara,Vicepresidente de servicios de Comercio Global de American Express.
Adaptarse o morir
El gigantesco reto que signifia migrar a la economía de bajo contacto se torna muy simple cuando lo vemos desde nuestra empresa. Adaptarse a las nuevas circunstancias para seguir vendiendo, independientemente del tiempo que todavía dure la pandemia entre nosotros.
Los sistemas de pago son tan dinámicos y adaptables que con las nuevas tecnologías pueden incorporar casi automáticamente a los empresarios que quieran participar, gracias a soluciones tecnológicas que están prácticamente al alcance de todos.
Negarse a eso es simplemente no aceptar la nueva realidad y autocondenarse a morir. Aceptarlo puede ser la oportunidad que siempre aparece en una crisis como la que la Humanidad ha vivido en el último año.