Por más que en todo el mundo se ha comprobado que el intentar sobrerregular plataformas digitales y redes sociales resulta contraproducente para todos, en México algunos siguen sin darse cuenta. Las diferentes iniciativas de ley propuestas por legisladores como el senador Ricardo Monreal simplemente no han encontrado el apoyo y caminos para materializarse; muy por el contrario, han sido relegadas por su falta de análisis y, sobre todo, por la afectación que representan.
Una fue el intento de regular las redes sociales, que en febrero de este año anunció Monreal con el objetivo de que el IFT se volviera un vigilante de estas plataformas. De entrada se establecía que, si tenían más de un millón de suscriptores, las empresas requerían la autorización del IFT para prestar sus servicios. Por otro lado, se tenía que someter a autorización los términos para suspender o cancelar cuentas y perfiles, así como la eliminación de contenidos. Entre otras medidas, se establecía que el IFT pudiera aplicar multas de hasta 89 millones de pesos. Denominada como censura por parte de varias organizaciones, miles de usuarios y academia, por ahora esta iniciativa no se materializó.
Recientemente, cambios propuestos en la Ley Federal de Cinematografía y el Audiovisual, propuestos por el mismo Monreal, que tienen como objetivo regular el contenido en plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime Video o HBO y que estas se ven obligadas a incluir en su catálogo a producciones nacionales que tengan un máximo de 25 años de antigüedad, tampoco encontró el quórum necesario en las comisiones unidas de Radio, Televisión y Cinematografía y de Estudios Legislativos Segunda. Muy por el contrario, fueron muchas voces las que se expresaron preocupadas por esta iniciativa, desde autoridades en la materia, hasta las propias organizaciones y usuarios. Por esta razón, se llevará a cabo un Parlamento Abierto y el tema se discutirá hasta septiembre.
Cada vez que se comienzan a proponer iniciativas para sobrerregular el mundo digital, quienes creen que estas medidas son viables se encuentran con una realidad que les demuestra que el futuro va en una dirección completamente opuesta, en la que millones de usuarios continúan una transición digital en la que redes sociales, servicios de streaming, plataformas de delivery, hasta el trabajo vía remota, entre otros, representan una mejor calidad de vida.