Las videollamadas se convirtieron en una parte esencial del trabajo a distancia desde que comenzó la pandemia por la COVID-19. Millones de trabajadores alrededor del mundo se enfrentaron pro primera vez a las videoconferencias y se adecuaron a este formato de trabajo remoto. Ahora, una investigación publicada en PLOS One plantea una manera de mejorar sustancialmente las reuniones digitales vía Zoom.
Esta nueva investigación está centrada en identificar dos tipos de sincronía que ocurren entre los participantes al momento de tener videollamadas. La primera de ellas es la sincronía de la expresión facial, en la que el grupo en llamada percibe las expresiones faciales. La segunda es la sincronía prosódica que toma en cuenta la entonación, el tono, el acento y el ritmo del habla de los participantes en un Zoom.
El estudio encontró que las videollamadas pueden reducir la inteligencia colectiva ya que las plataformas de reuniones digitales priorizan la entrega de buena calidad de video sacrificando el audio. Es por este motivo que los participantes en una video conferencia podrían perderse por completo de la sincronía prosódica.
La investigación publicada en PLOS One sugiere apagar el video durante las videoconferencias de Zoom. Esta polémica medida, podría beneficiar la comunicación en las reuniones digitales de trabajo. Según los investigadores, la falta de video no impide comunicar las señales de interacción, sino que se favorece una conversación más fluida al poder transmitir todas las expresiones de la voz.
Además, International Resources, Conservation and Recycling sugiere que apagar el video de una reunión digital podría tener un efecto positivo en el medio ambiente. Una hora de videoconferencia emite hasta mil gramos de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero.
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