Después de la aprobación de la Ley Rider en España, la cual en pocas palabras obliga a las plataformas de delivery a contratar a sus repartidores como empleados, las voces en contra continúan manifestándose. La Asociación Profesional de Repartidores Autónomos (APRA) y RepartidoresUnidos.org se pronunciarán esta semana para evitar que la nueva ley de riders salga adelante en el Congreso. Ambas organizaciones, que defienden que los repartidores puedan ser autónomos, han convocado concentraciones en diferentes ciudades de España.
Usted se preguntará ¿por qué se manifiestan? ¿no es bueno que sean contratados como empleados bajo la nueva ley? La realidad es que NO y los principales afectados son los propios repartidores, quienes afirman que la nueva ley fomentará la creación de contratos temporales o la obligación de trabajar en horarios específicos, impactando directamente en sus ingresos y en la flexibilidad con la que cuentan. Por otro lado, se calcula que las plataformas digitales no podrán absorber a tantos repartidores como empleados en los 90 días que se les dio y se verán obligadas a reducir sus servicios, o incluso suspenderlos en poblaciones de menos de 100,000 habitantes.
¿Qué sigue? De acuerdo con el portal cincodias.elpais.com, las plataformas de delivery, que estos días negocian a contra reloj acuerdos de subcontratación de riders para cumplir con la nueva ley, confían en que las críticas de algunos partidos al gobierno por “abusar” de la figura del decreto de ley, haga que diferentes grupos políticos decidan votar en contra de la ley o apoyen la opción de que se tramita como una ley parlamentaria, lo que implicaría la posibilidad de incluir algunos cambios.
Esta situación marca un precedente para otros países en los que se ha discutido el mismo tema, en España se habla de que no se tomaron en cuenta a miles de repartidores para redactar la nueva ley, la cual lejos de apoyarlos, impacta negativamente en sus ingresos y en la misma flexibilidad que hace su trabajo más viable y accesible.