Recientemente se dio a conocer un histórico consenso entre los países más ricos del mundo, el famoso G-7: Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Japón, Alemania y Estados Unidos, naciones que acordaron la creación de una tasa impositiva mínima mundial de 15 por ciento para las empresas multinacionales y que éstas paguen más impuestos en los mercados donde venden bienes y servicios.
Este impuesto está dirigido principalmente a empresas como Amazon, Facebook, Google o Apple y fue creado para impulsar una economía más inclusiva y para atender situaciones en las que grandes corporaciones no pagan impuestos, o en su pagan lo mínimo, por estar domiciliadas en otro país donde la tasa impositiva es muy baja o incluso nula.
¿Qué pasará en México? Al pertenecer al G-20, grupo que espera recibir esta propuesta, nuestro país podría implementar este nuevo gravamen en la próxima reforma fiscal. De ser así, será importante que las autoridades en la materia y todos los involucrados en la implementación de este impuesto tengan presente la realidad mexicana: ya existen empresas digitales constituidas en México, que además de pagar todos los impuestos locales normales, pagan ISR e IVA de 16% desde junio de 2020.
Estas empresas generan miles de empleos y han contribuido a la economía local y familiar. El impuesto global mínimo debe enfocarse en las grandes transnacionales que no tienen un domicilio fiscal en nuestro país para no perjudicar doblemente a las empresas que ya están realmente en México.
Los países de la OCDE y del G-20 pretenden llegar a un consenso sobre ambos temas a mediados de año.
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