La ciudad de Seattle busca reducir las emisiones generadas por el delivery a través de un nuevo programa piloto para las entregas last mile. Esta término se refiere al último trayecto que los productos realizan antes de llegar a las manos de sus compradores. El gobierno de la ciudad comenzó a implementar un nuevo sistema de centros de distribución locales para realizar entregas last mile de manera ecológica.
El problema que Seattle busca resolver es la gran cantidad de automóviles repartidores en las zonas residenciales. Por ejemplo, se busca que sólo un auto sea designado para realizar las entregas de una colonia. La ciudad propone la creación de centros de distribución por colonia en los que las empresas dejarán los productos comprados por sus habitantes.
Los productos recibidos en dichos centros después serán redistribuidos de manera más ecológica entre la colonia. En este sentido, empresas como Amazon se encargarían de dejar en el centro de distribución los productos adquiridos por los vecinos. La administración del hub se encargará entonces de hacer llegar los pedidos a las casas de la colonia a través de transporte eléctrico, repartidores a pie o en bicicleta.
Los vecinos incluso podrán ir por sus paquetes y recogerlos en una especie de lockers. De esta manera y dentro de una economía regida por el delivery, Seattle buscará la neutralización de emisiones de CO2 para el año 2050.