La digitalización de diferentes servicios y el crecimiento de la economía low touch representan, sin duda alguna, beneficios que hacen más fácil la vida de las personas. Sin embargo, existen algunos servicios y aplicaciones que han generado polémica un debate de ideas y argumentos en todo el mundo, tal es el caso de la plataforma OnlyFans. En esta plataforma los usuarios pueden subir imágenes o videos donde no existe censura y cobrar la suscripción a este material. El precio por suscripción es variable; las tarifas comienzan con 5 dólares mensuales y no hay límite sobre el número de cuentas que pueden seguir a una persona. En OnlyFans hay de todo, actores y productores de cine para adultos, pero también una gran cantidad de modelos, influencers y miles de personas comunes que ofrecen contenido “exclusivo”.
Con el crecimiento de esta plataforma han surgido noticias como las de la modelo inglesa Morgan Doyne, de 24 años, quien se hizo viral porque se compró una casa de 5 habitaciones y 4 baños de 535 mil libras y un Ford Mustang de 40 mil libras esterlinas posando en videos o fotografías en lencería y topless en OnlyFans. La estudiante de Química y Medicina Forense, insatisfecha con su salario y empleo, ganó 300 mil libras esterlinas en 18 meses; actualmente está instalando un gimnasio en su garaje para seguir una segunda carrera como entrenadora personal y luego asesorar a clientes mediante un programa en línea.
Así destacan otros casos, como el de Melissa Lameira, una enfermera en Brasil que, ante la crisis económica, decidió incursionar en la plataforma y ahora gana casi 30 veces más que en su antiguo trabajo o Charlotte Rose, una expolicía que, al no sentirse feliz en un trabajo dominado por hombres, ha ganado 2.3 millones de dólares en OnlyFans.
¿Cuál es el debate? La plataforma ha representado una buena (y muy buena) fuente de ingresos viable y flexible para miles de personas, de hecho, durante la pandemia y derivado de las medidas restrictivas, modelos, strippers y personas con otras profesiones recurrieron a OnlyFans para continuar generando un ingreso que les permitiera seguir adelante. El tema es que se tiene registro de casos en los que un colaborador de cualquier empresa, maestras o estudiantes, han sido despedidos de su trabajo por tener una cuenta en OnlyFans. Asimismo, en OnlyFans se contraponen los debates del empoderamiento de las personas, especialmente mujeres, para decidir cómo y cuanto quieren ganar y quienes aseguran que es un caso más de explotación sexual donde el control de los usuarios es una mera ilusión y estos son “empujados” a crear contenidos fuera de su zona de confort. Esto sin mencionar los riesgos de todo lo que implica subir fotografías a la plataforma y los casos de filtraciones que se han presentado.
De acuerdo con Bloomberg, actualmente OnlyFans podría valer un billón de dólares y se habla de que están en planes de atraer más inversionistas para que apoyen su transición a un sitio más enfocado a lo “mainstream” y así, reducir la percepción de que es un sitio de pornografía más; “el sitio quiere ser un lugar donde una amplia gama de celebridades y atletas puedan conectarse con los fanáticos. También busca atraer a más anunciantes, algunos de los cuales pueden desconfiar de sus vínculos con la pornografía”.
En safeshopping.news le seguiremos el paso a la evolución de esta y muchas otras plataformas que, como lo que ocurre en la industria del delivery, han demostrado ser una opción de la economía digital viable para miles de personas que necesitan el ingreso a través de una actividad con flexibilidad y que se ajuste a sus necesidades.