En los últimos meses se ha hablado mucho sobre la llamada economía gig y su impacto en el mundo laboral, sin embargo, ¿qué es exactamente la economía gig y cómo ha cambiado y continuará cambiando la vida de todos?
Por definición, la economía gig es un sistema de libre mercado que consiste en un contrato o trabajo independiente realizado de forma temporal o a corto plazo. Generalmente, esta labor se desempeña a través de plataformas digitales que, aunque limitan el contacto personal, amplían el alcance geográfico de las empresas.
Básicamente este trabajo puede servir como un trampolín para las personas que buscan obtener ingresos adicionales. Pueden complementar y diversificar sus ingresos con tareas que disfruten, a las tarifas que establezcan, en un horario que determinen. Los números no mienten; de acuerdo con Forbes, la economía gig experimentó un crecimiento de 33% a nivel mundial en 2020 y se está expandiendo mucho más rápido que la economía de Estados Unidos en su conjunto. En todo el mundo se registran alrededor de 1,100 millones de trabajadores en esta economía y tan sólo en 2020 surgieron 2 millones en Estados Unidos. Actualmente, el 35% de los trabajadores estadounidenses están involucrados en la economía gig y se estima que para 2027 sea la mitad de la población.
¿Cómo está la cosa en México? De acuerdo con el INEGI, en el primer trimestre de 2021 había 2,754,283 trabajadores independientes que trabajan por cuenta propia desde su domicilio. Este es apenas el 5.2% de la población ocupada; sin embargo, su crecimiento desde el primer trimestre de 2014 es del 36%, mucho mayor que el crecimiento del 8% en la población ocupada total durante el mismo periodo. En tanto, de acuerdo con un estudio realizado por la firma ManpowerGroup, en México 97% de las personas encuestadas están dispuestas a probar esta modalidad. El mismo estudio muestra que las principales razones para hacer este tipo de trabajo son ganar dinero extra (38%), aprender nuevas habilidades (33%) y controlar su propia agenda (32%).
De acuerdo con especialistas, para algunos el trabajo en la economía gig puede parecer insatisfactorio, sin la adrenalina de lograr el éxito corporativo, obtener ascensos o materializar proyectos de alto presupuesto. No obstante, lo que ofrece a cambio es la capacidad de diversificar fuentes de ingresos, trabajar con flexibilidad y agregar variedad a la rutina diaria. Simples ejemplos; un estudiante que necesite pagar la universidad puede ofrecer servicios para pasear perros por las mañanas o trabajar como repartidor medio día, un escritor independiente puede ampliar su oferta de servicios para incluir de todo, desde artículos destacados hasta breves contenidos para redes sociales. En la economía gig es posible aumentar los ingresos al diversificar las ofertas de servicios.
De hecho, el delivery es un gran ejemplo de cómo la economía gig permite generar un ingreso bien remunerado, de manera viable, flexible y hasta con la posibilidad de trabajar en múltiples plataformas. Además, plataformas como APNA, de las más grandes del mundo en trabajo y redes profesionales, han registrado, en los últimos meses, un crecimiento de 40% de mujeres en la economía gig, debido a la creciente demanda de trabajos a domicilio y de vía remota. Con el auge de la economía gig, se ha presenciado un cambio dramático en el trabajo, la fuerza laboral, el lugar de trabajo y la cultura laboral.
En safeshopping.news estamos convencidos de que la economía gig llegó para quedarse y que ésta será la piedra angular de un futuro del que todos somos parte.