En safeshopping.news nos interesan todos los temas que tengan que ver con la digitalización del trabajo, la economía gig y low touch, etc. Tenemos presente que también hay temas importantes que existían antes de toda esta transformación digital, pero que también han logrado colarse en ella y que tienen que ser abordados desde un nuevo punto de vista que tome en cuenta todo su contexto.
¿Recuerdan los viejos sindicalistas “charros” que se dedicaban a vivir de las cuotas sindicales que cobraban a sus agremiados? Ahora estamos ante el surgimiento de una suerte de “charrismo digital”. La llamada Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación, mejor conocida como UNTA, comenzó a aparecer públicamente en octubre de 2020 y, con sospechosa velocidad, ya había obtenido su registro frente a las autoridades. Además, fueron invitados a un foro organizado por el Colegio de México y el Gobierno de la Ciudad de México, como representantes legítimos de los repartidores por aplicación.
Y es que no hay nada de malo de que existan organizaciones que busquen representar a las nuevas generaciones de trabajadores en la economía gig. En España de hecho, asociaciones como Repartidores Unidos o la Asociación Profesional de Riders Autónomos (APRA), han sido grandes contrapesos ante la fatídica Ley Rider, que ha perjudicado fuertemente a miles de repartidores en dicho país.
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Sin embargo, en el caso de UNTA, parece que sus dirigentes no solo no son repartidores, sino que no entienden cómo funcionan las aplicaciones, pues reiteradamente generalizan como si todos los repartidores fueran empleados asalariados, algo que ni siquiera los propios repartidores mexicanos quieren. Quizás los dirigentes de UNTA si aspiran a eso, porque pues de ahí les descontarían las cuotas sindicales que irían a parar a sus bolsillos.
Lo importante de todo esto es que quienes tomen las decisiones importantes en este sector, tomen en cuenta a todas las voces y participantes; desde los miles de repartidores, choferes, entre otros, hasta las empresas y comercios que también forman parte y contribuyen al crecimiento del ecosistema.