La economía colaborativa ha tenido estos últimos años un crecimiento exponencial en todo el mundo. Elementos como la pandemia y el empujón digital que trajo han llevado a millones de personas a encontrar nuevas maneras de trabajar, más flexibles, con mejores ingresos y con oportunidades de crecimiento que en algunos casos, son inimaginables en los trabajos tradicionales.
En todo el mundo, incluido México, estamos viviendo un punto de partida de un nuevo modelo económico y de nuevos modelos de trabajo. Personas de diferentes profesiones que van desde el diseño gráfico, marketing digital, programadores, repartidores a domicilio, traductores, escritores, paseadores de perros, contadores, conductores, asistentes virtuales, trabajadores domésticos, profesores de idiomas, editores, abogados y doctores, están encontrando en las plataformas digitales la posibilidad de tener un trabajo con autonomía y flexibilidad, en el que ellos mismos deciden sus horarios, carga laboral y hasta clientes.
Sin embargo, esta nueva manera de trabajar también tiene que ser incluida en esquemas flexibles para proporcionar lo que países en todo el mundo aspiran; seguridad social universal. Los últimos estudios de la Organización Internacional del Trabajo sobre este tema indican que de la mitad de la población mundial no tiene acceso a servicios de atención sanitaria básica y solo el 29% cuenta con plena cobertura de seguridad social.
“La protección social ha demostrado su utilidad en los planos social y económico. Cabe destacar que este derecho humano está refrendado firmemente a escala internacional, en particular por empleadores y trabajadores de todo el mundo”, ha señalado Emmanuelle St-Pierre Guilbault, especialista jurídica del Departamento de la OIT sobre Normas Internacionales del Trabajo. “Es imprescindible para reducir la amplia desigualdad, cada vez mayor, que se da actualmente y para promover estabilidad”.
Y precisamente cuando se habla del grupo de trabajadores que la OIT en su momento determinó con “formas atípicas de empleo”, éstos quedan excluidos de este derecho humano. Lo interesante viene cuando la propia OIT prevé que para el año 2040 el porcentaje de personas de más de 65 años aumentará en todo el mundo, del 8 por ciento actual al 14 por ciento.
Sin duda en todo el mundo, y en México, los gobiernos tienen la importante tarea de llevar a cabo decisiones encaminadas a, como lo recomienda la OIT, ampliar el nivel de protección para el mayor número posible de personas en el plazo más breve posible. Esto sin duda tiene que incluir a los trabajadores independientes de la economía colaborativa, donde estudios han demostrado que en sectores como el delivery, los ingresos han aumentado considerablemente en los últimos años y gracias a esto, se ha combatido el desempleo y la falta de oportunidades.