La crisis para el delivery que vino después de la aprobación e implementación de la Ley Rider el año pasado en España continúa ocupando espacios en portales de noticias. En esta ocasión, el portal elconfidencial.com ha publicado un reportaje encabezado “Uber Eats está contra las cuerdas, o por qué tu cena tarda más de una hora en llegar”, en el que hablan cómo la Ley Rider ya es resentida por los propios usuarios finales.
“Millones de usuarios de Glovo, Uber Eats, Just Eat o Stuart en España viven ahora mismo una curiosa historia de amor-odio con las ‘apps’ de entrega a domicilio. Las mismas plataformas que antes y durante la pandemia funcionaban a la perfección, te llevaban la comida a casa en 15 o 20 minutos, al mismo precio que en el restaurante o incluso menos añadiendo promociones, ahora están dejando tirados a sus clientes”.
De acuerdo con el reportaje, el hecho de que la ley haya obligado a las plataformas a “emplear” a los riders, ha elevado sus costos: “Los números ya no cuadran como antes: si tienen que contratar a los repartidores ya no pueden permitirse tener tantos en plantilla. Con menos ‘riders’ y el número de pedidos en aumento, se disparan los tiempos de espera, las quejas aumentan, caen los pedidos y suben los precios para mantener ingresos. Es el círculo vicioso en el que se están hundiendo Uber Eats y Just Eat desde el arranque de la ‘Ley Rider’”.
De manera anónima un repartidor ofreció su opinión al respecto: “Mira, esto es muy sencillo: si la gente quiere tener su comida caliente en casa en 20 minutos, tenemos que ser autónomos. Yo lo prefiero. Con contrato me pagan 1,100 euros por 40 horas, da igual lo que entregue”. Por otro lado, explica que siendo autónomo “puedo hacer 1,300 euros cuando quiera trabajando algo más”.
Si bien el reportaje de elconfidencial.com se enfoca en los vaivenes entre las plataformas de delivery y la afectación al servicio que ofrecen, no olvidemos que los más afectados por la Ley Rider han sido los repartidores, quienes no fueron escuchados y ahora están pagando los platos rotos de quienes pretenden legislar sin escuchar ¿Se imagina que pasaría en la CDMX si la Ley Sheinbaum se materializara? Millones de capitalinos le tendrían que decir adiós al delivery como una opción para recibir en sus hogares alimentos, productos y servicios, mientras que los miles de repartidores perderían sus ingresos, flexibilidad y autonomía. Ojalá algún o algunos tomadores de decisión tengan presente el ejemplo de España.