Mucho se ha publicado en medios internacionales sobre el impacto negativo que la Ley Rider en España ha tenido sobre los repartidores, comercios, restaurantes y las mismas plataformas de delivery. Desde testimonios en portales como Wired donde los riders condenan la ley y la culpan de provocar pérdidas en sus ingresos y flexibilidad, hasta una estrepitosa transición a modelos de subcontratación que, si bien han resultado una alternativa para las españolas, en países como México sería algo impensable.
Recientemente, la diputada por Morena Lidia Pérez Barcenas, presentó una iniciativa que en pocas palabras busca llevar la Ley Sheinbaum al Congreso y replicar el desastre de la Ley Rider en nuestro país. Ir en contra de la economía colaborativa y obligar a las plataformas a utilizar esquemas “tradicionales” en sus operaciones y relación con los trabajadores independientes, ha sido de los peores errores en otros países. Acá enlistamos las consecuencias:
• Los trabajadores independientes pierden su flexibilidad, autonomía e ingresos, además de perder la oportunidad de repartir para más de una plataforma.
• Las plataformas se ven obligadas a dejar de ofrecer su servicio en diferentes regiones, pues no les resulta posible “contratar” a todos los trabajadores independientes.
• Algunos repartidores son desconectados, otros transitan a esquemas de contratación complejos, contratos temporales, salarios base más bajos que lo que ganaban y más horas de trabajo
• Los comercios y restaurantes sufren una reducción del servicio de delivery y pierden la oportunidad de hacer llegar sus productos y servicios a más personas
• La eficiencia del servicio de delivery hacia los usuarios finales disminuye
Todo lo anterior no son prospectivas o suposiciones, son hechos que ya suceden en España tras aprobar una ley como la que la diputada Lidia Pérez propone. Vale la pena recordar datos importantes de este sector en nuestro país: De acuerdo con el CIDE y la Asociación de Internet MX (AIMX), el crecimiento del ingreso promedio mensual de los repartidores fue de 117%, mientras que el ingreso promedio mensual del trabajador promedio de la economía mexicana creció sólo el 25%. Asimismo, desde la llegada del delivery, la participación del sector restaurantero en la generación de riqueza del país ha crecido entre el 28 y el 32%, de 2013 a 2020. Por otro lado, durante la pandemia, las plataformas de delivery y repartidores ayudaron a evitar hasta 420,771 contagios, 78,498 hospitalizaciones y 35,899 defunciones.
En tanto, el Colmex nos confirmó en 2021 que el motivo principal por el que se es repartidor en México es porque se tienen mejores ingresos (51.2%) y, en segundo lugar, por la facilidad para entrar a trabajar (27.1%). Además, para el 47.1% la flexibilidad de tiempo de que disponen es la ventaja más importante.
Finalmente, cuando se habla de seguridad social, desde el año pasado, las principales plataformas de delivery y de transporte privado firmaron con el IMSS, de Zoé Robledo, un convenio para para que las y los repartidores y conductores se registren en el Programa de Incorporación Voluntaria para Trabajadores Independientes del IMSS.
Este esquema permitirá a los trabajadores independientes o beneficiarios acceder a los 5 seguros del Régimen Obligatorio de seguridad social vigentes, que son: 1. Servicios médicos, hospitalarios, farmacéuticos y atención obstétrica 2. Incapacidades 3. Pensión por invalidez y vida 4. Fondo para el retiro y 5. Otras prestaciones sociales, como guarderías, actividades deportivas y velatorios. Las empresas se encargarán de informar y apoyar a los repartidores en su registro.
Todas las bondades del delivery se verían limitadas o eliminadas por la Ley Sheinbaum o cualquier ley que refleje las bases de la Ley Rider en España.