Justin Fiaschetti, exingeniero de Space X, y Austin Briggs, antiguo ingeniero de propulsión de ABL Space System, han unido su ingenio para trabajar en un nuevo sistema de delivery, el cual en vez de llegar desde algún punto dentro de nuestro planeta, llegará desde los cielos gracias al uso de platillos voladores.
Inversion Space es una start-up que nació hace menos de un año pero que ha llamado la atención de grandes inversionistas, pues su negocio sería algo nunca antes visto y que involucra, de alguna forma, viajes hacia el espacio.
La idea es sencilla: llevar una orden hacia el espacio dentro de un platillo volador, para que en el momento en el que se haga un pedido, dicha naves pueda entrar rápidamente a la tierra y entregar el pedido, así sea en cualquier parte del mundo, en cuestión de minutos.
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Hasta el momento esta empresa ha recaudado 10 millones de dólares y quienes han apostado por esta idea han sido Embedded Ventures, Funders Club, Liquid 2 Ventures e inversores como Kyle Vogt, de Cruise Automitation, y David Hodge, CEO de Nikola Software.
De acuerdo a Inversion Space el dinero que se ha recaudado hasta el momento ayudará a financiar el despegue de Ray, la cápsula de algo menos de un metro de diámetro cuyo lanzamiento está planeado para 2023, y Arc, su hermana de algo más de un metro de diámetro que está previsto que vea la luz en 2025.
Y aunque su función principal sería el envío de comida, en el futuro podrían ser usados para mantener en su interior órganos y hasta armamento, puesto que gracias a su velocidad llegaría en minutos a cualquier zona en donde se requiera lo que hay al interior de las pequeñas capsulas.
Sin embargo estamos bastante lejos de estas aplicaciones, ya que por ahora los creadores de Inversion Scape ultiman los detalles de su invento para cumplir con las apretadas fechas que se han dado a sí mismos y que figuran en su propia web.