Creado por el escultor y arquitecto húngaro Ernő Rubik, este cubo se mantiene como el juguete más vendido del mundo, y aunque su mecanismo tridimensional es bastante simple, sus soluciones no lo son, por lo que se han convertido en la practica perfecta para las manos robóticas.
El cubo Rubik le ha permitido a un grupo de investigadores de la Universidad de Washington valorar el rendimiento de sus creaciones metálicas al momento de usar y manipular distintas clases de objetos, y es que al parecer, éste es un nuevo protocolo usado para entrenar robots.
“Para nosotros los humanos, es un desafío decidir qué movimientos hacer para resolver el cubo de Rubik, sin embargo, es bastante fácil para nosotros manipular físicamente y mover el cubo como se desee”, dijo Boling Yang, uno de los investigadores que llevó a cabo el estudio, a TechXplore.
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Y es que, para los robots, puede ser muy desafiante el uso del Rubik debido a sus combinaciones de movimientos secuenciales, lo que implica un margen de error importante que a la larga, terminaría afectando el rendimiento del robot en dicha tarea.
“Para los robots, es al revés, ya que solo necesitan unos segundos para ejecutar un algoritmo basado en búsqueda que puede determinar una secuencia de movimientos que resolverán el cubo. Sin embargo, la ejecución de las manipulaciones individuales en el mundo real requiere una precisión de posicionamiento de menos de un centímetro”, dijo Yang.
Según explica Boling, este entrenamiento ayudaría a evaluar diferentes métodos computacionales para permitir la manipulación de robots y comparar su velocidad, precisión y efectividad general.