Cuando la asistencia médica y psicológica convencional no funciona, ¿qué sigue? Para Emilia Molimpakis, Investigadora postdoctoral en neurociencia en el University College London, la tecnología fue la respuesta.
A raíz de estar cerca de un intento de suicidio, la investigadora británica dejó la escuela y comenzó una empresa enfocada en el desarrollo de tecnologías que ayuden a combatir problemas psicológicos, tales como la depresión. Y aunque estos usualmente son procesos largos, caros y agotadores, Emilia encontró en el desarrollo de videojuegos una solución.
Echando mano de la inteligencia artificial la doctora y sus colegas desarrollaron Thymia, un videojuego que es capaz de detectar señales de depresión, así como cualquier examen en el consultorio, lo que sería más eficiente que las rutinarias consultas con doctores y especialistas.
Según los fundadores, la herramienta, que forma parte de un movimiento más amplio para implementar IA para abordar la salud mental, podría revolucionar la forma en que la sociedad se ocupa de la depresión.
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“Hay una gran cantidad de herramientas matemáticas que no hemos estado usando”, dijo Stefano Goria, quien cofundó la compañía con Molimpakis y se desempeña como su director de tecnología. “Lo que podemos hacer es extraer información que tal vez no entendamos naturalmente para poder ponerle números objetivos y tomar una decisión más informada. Podemos obtener mucha más información”.
Los ensayos clínicos con Thymia comenzarán a finales de esta primavera y según Emilia, se intentará mejorar e incluso salvar vidas, ya que alerta a los médicos sobre señales de advertencia que de otro modo podrían pasar por alto.