El ruido, aunque no lo parezca, igual es una fuente de contaminación. Y aunque es la forma de deterioro ambiental más barata del mundo, cada año supone miles de problemas auditivos en personas al rededor del mundo, por lo que su control, sobre todo en las grandes ciudades, es necesario.
De acuerdo con la Sociedad Española de Acústica (SEA), las principales causas que originan esta saturación auditiva está relacionada con el tráfico, el tipo de pavimento, el modelo de los autos que transitan y la actividad individual de los conductores, ruido que llega hasta los 55 decibeles en zonas urbanas que tiene repercusiones en los pobladores de las ciudades.
Una de las soluciones que se han buscado desde hace años es el uso de sensores de ruido en las grandes ciudades del mundo, para de esta forma obtener en tiempo real un mapa de las zonas acústicamente saturadas, revelando así las zonas a tratar, afirma Miguel Morales, director gerente de Inerco Acústica,
Sin embargo, la startup Noismart, “ofrece un servicio integral que aúna ‘big data’, consultoría social y técnica, acondicionamiento, aislamiento acústico y sensibilización y formación para fomentar la educación, la salud y la convivencia», señala Leire Atxa, CEO de la compañía.
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Y es que lo de Noismart es la instalación de semáforos de control de ruido, un aparato innovador que permite visualizar en pantalla el nivel de ruido y diseñar planes específicos de reducción de la contaminación acústica, usando un sonógrafo y un sonómetro, lo que permitirá tomar y transmitir datos en distintas condiciones ambientes y de avisar cuando se superan los límites establecidos.
Además, según Atxa, se buscaría implementar la inteligencia artificial para determinar de dónde y qué produce los ruidos detectados en el semáforo, pues se necesitan entornos tranquilos y relajados.