Un equipo dirigido por Kevin Burdge, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y un equipo de astrónomos dirigido por el estudiante de doctorado Yuanming Wang, de la Universidad de Sydney, lograron encontrar en el espacio dos púlsares altamente brillantes y extraordinarios, algo que no había sido posible en años anteriores y que marca un gran avance en la astronomía.
El primer pulsar descubierto por Burdge es un un caso extremo de sistema Viuda Negra, ya que se trata del sistema más compacto de todos los conocidos, además su capacidad de girar cientos de veces por segundo lo hace entrar en la categoría de púlsares de milisegundos.
El objeto, conocido como ZTF J1406+1222, es un sistema que no parece emitir rayos X ni rayos gamma, lo que tiene sorprendidos a Kevin y su equipo del MIT, pues parece que este púlsar aún tiene muchas más sorpresas que revelar.
Por su parte, el equipo de Yuanming, logró ubicar un púlsar que es 10 veces más brillante (en ondas de radio) que los conocidos hasta la fecha. En este caso, el púlsar superbrillante, denominado PSR J0523-7125, no se encuentra en la Vía Láctea, sino que forma parte de la Gran Nube de Magallanes, a unos 160.000 años luz de la Tierra.
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¿Pero qué es un púlsar?
Cuando se les termina su combustible, las estrellas de masas superiores a 10 veces la del Sol explotan como supernovas. Al explotar, el peso de la región interior deja de ser ser mantenido por la energía de las reacciones de fusión nuclear, por lo que se desploma. Ocurrido esto, se crean unos residuos estelares que giran muy rápidamente generando pulsos periódicos de ondas de radio, por lo que también se conocen como púlsares.
Así pues, los púlsares son estrellas rotantes que se comportan como gigantescos imanes.