Las criptomomedas están en riesgo, y aunque su inestabilidad las caracteriza, lo que va de 2022 ha representado un peligro real para todas las divisas del mundo. La caída es tal que ya se habla de un criptoinvierno, la peor pesadilla para los usuarios cripto.
El criptoinvierno hace referencia a una baja sostenida en el mundo de las criptomomedas, especialmente en el Bitcoin, pues está es la moneda virtual número 1 del mundo y por ende, la que tiene un mayor valor en el mercado.
A diferencia de las acciones reales como por ejemplo, las que residen en Wall Street, las criptomomedas no tienen regulaciones y su precio depende enteramente de su demanda, haciéndolas altamente volátiles y susceptibles a cambios muy abruptos en su precio.
Hace un año, el precio del Bitcoin llegó a su máximo, cortando $68 mil dólares por unidad. Sin embargo, hoy día, su precio está debajo de los $25 mil, lo que daría paso al criptoinvierno.
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¿Qué lo genera?
La economía mundial sigue recuperándose después de dos años complicados en los que el mundo se paralizó por la pandemia de COVID-19, y si a eso le sumamos la cada vez más alta inflación global y la guerra entre Rusia y Ucrania que parece no tener fin, los inversionistas prefieren cuidar su dinero y no apostar a compras arriesgadas como lo son las criptomomedas.
Y es que regresando un poco en este texto, el valor de estas depende de la demanda, y con los inversores mirando hacia otro lado, las divisas virtuales caen sin control.
¿Es el fin de las criptomomedas?
No, pero hay que entender que sí existe una crisis económica importante y hasta que esta se estabilice, el precio de las criptomomedas también irá viendo la luz. Este ya sería el segundo criptoinvierno en la historia, pero ojala que haga calor de nuevo lo más pronto posible.