La empresa de tecnología, Samsung, se ha metido en un lío con un Tribunal Federal en Australia, pues pagarán 10 millones de dólares por publicidad engañosa sobre los celulares Galaxy.
Desde 2016 y hasta 2018 la empresa de tecnología anunciaba sus más recientes modelos de la gama Galaxy como dispositivos resistentes al agua, creando comerciales y “pruebas” que confirmaban su durabilidad.
Sin embargo, la Comisión Australiana de Competencia y Consumidores (ACCC) empezó a investigar las supuestas pruebas y análisis de Samsung, detectando que sus productos en la vida real no ofrecían una protección contra el agua.
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Ante las acusaciones, Samsung reconoció que su publicidad era engañosa y que los dispositivos ofertados no tenían una resistencia contra el agua de mar o de piscinas, aunque también revelaron que bajo ciertas circunstancias los celulares podrían presentar problemas de carga u de sistema.
Y es que de acuerdo con la ACCC, las intensas campañas publicitarias del gigante tecnológico hicieron que tan solo en Australia se vendieran 3.1 millones de estos dispositivos, siendo un punto de venta importantísimo a nivel mundial.
La presidenta de la Comisión también comentó que se revisaron “cientos de quejas de consumidores que experimentaron problemas con sus teléfonos”, luego de que estos se vieran expuestos al agua, y en muchos de los casos, reportaron que dejaron de funcionar por completo.
En concreto, los celulares anunciados por Samsung como “resistentes al agua” fueron: Galaxy S7, S7 Edge, A5 (2017), A7 (2017), S8, S8 Plus y Note 8.