La ciudad de Nueva York le negó los permisos aéreos a una mina de Bitcoin que transformaba la energía a gas para conseguir extraer estas criptomonedas de la red, puesto que esto traería consecuencias para el medio ambiente.
Extraer Bitcoin necesita grandes cantidades de energía que a la larga producen consecuencias en el medio ambiente, pero ahora la Gran Manzana le puso un freno a un grupo de mineros de la estación generadora Greenidge en la región de Finger Lakes de Nueva York.
Esta planta en cuestión ha estado rodeada de controversias, pues su proceso de extracción de Bitcoin, que consume mucha energía, podría afectar a los peces y al turismo, además de que sus operaciones podrían descarrilar los objetivos climáticos de Nueva York.
Así pues, y siguiendo su compromiso firmado en 2019 con reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 85 % durante las próximas décadas, Nueva York determinó que:
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“Las operaciones de Greenidge serían incompatibles con los límites estatales de emisión de gases de efecto invernadero establecidos en la Ley del Clima”.
Sin embargo, Greenidge continuará operando así no tenga los permisos actuales.
“Podemos continuar operando ininterrumpidamente bajo nuestro Permiso Aéreo Título V existente, que aún está vigente, durante el tiempo que sea necesario para desafiar con éxito esta decisión arbitraria y caprichosa”, dijo la compañía en un comunicado hoy.