La NASA envió recientemente al espacio la sonda CAPSTONE, la cual es la encargada de analizar las mejores rutas para el eventual regreso de los humanos a la Luna. Y todo iba bien, hasta que se perdió la comunicación con ella.
CAPSTONE es una pequeña sonda de 25 kilos y del tamaño de un microondas la cual tiene la tarea de agilizar el paso de las misiones Artemis, el nuevo objetivo de la NASA en esta década para llevar humanos de regreso a nuestro satélite natural.
Y aunque en su lanzamiento y durante sus primeras horas en el espacio todo marchaba conforme al plan, la misión Cislunar Autonomous Positioning System Technology Operations and Navigation Experiment (CAPSTONE), empezó a reportar problemas y fallas en su comunicación con la Deep Space Network.
Sin embargo, tras un rato complicado, los ingenieros de la NASA lograron recuperar la señal de CAPSTONE, lo que fue posible debido a que ya conocían la trayectoria de la sonda de antemano, por lo que supieron exactamente a donde dirigir la señal de sus antenas de la Red del Espacio Profundo para encontrarla.
Ahora, tras haber recuperado la comunicación, CAPSTONE puede continuar con su misión hacia la Luna, la cual todavía le costará unos cuatro meses para llegar a ella, momento en el que procederá a ejecutar sus misiones de orbitador para verificar la estabilidad de la órbita lunar.
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