Investigadores de la Universidad Rice, de Estados Unidos, han logrado convertir a los cadáveres de algunas arañas en pequeños robots funcionales.
No, no es alguna película al estilo Frankenstein, pero sí tiene algo de terrorífico, pues incluso sin vida las arañas parecen cumplir con otra función importante, al menos dentro del mundo de la ciencia.
Llamados Necrobots, estos robots han logrado fusionarse con las características fisiológicas de las arañas, abriendo una nueva puerta a la investigación de las mismas.
Daniel Preston y Faye Yap, dos investigadores de un laboratorio de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Rice, son los responsables detrás de este experimento.
Y es que en 2019 ambos se preguntaron por qué las arañas se acurrucan antes de morir, descubriendo que estos arácnidos no poseen músculos como los humanos, sino que tienen músculos flexores.
De esta forma el dúo descubrió que se mueven con presión hidráulica, y cuando mueren pierden la capacidad de presurizar su cuerpo.
Según la investigación publicada por la Universidad, el experimento consistió en controlar las patas de las arañas para sujetar objetos con firmeza.
Para lograrlo, el equipo activó las patas con una pequeña cantidad de aire inyectada a través de una aguja en el prosoma, ocasionando que éstas se movieran al instante.
“Hay muchas tareas de recoger y colocar que podríamos investigar, tareas repetitivas como clasificar o mover objetos a estas escalas pequeñas, y tal vez incluso cosas como el ensamblaje de microelectrónica”.
Daniel Preston
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