Científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, han logrado “revivir” los órganos de cerdos muertos usando una especie de súper sangre creada de manera sintética en un laboratorio.
La investigación, así como los resultados de estos órganos “zombie” fueron publicados en la revista Nature, detallando el proceso de inyección que logró revertir la muerte celular.
El grupo de científicos realizó distintas pruebas en varios grupos de cerdos, a los cuales les provocaron paros cardiacos que eventualmente los llevó a la muerte, momento en el que comenzó el proceso real del experimento.
Tras varias horas de fallecidos, los científicos estudiaron el estado de células, tejidos y el funcionamiento de sus órganos vitales.
“No todas las células mueren de inmediato, habiendo una serie de eventos que se toman su tiempo. Es un proceso en el que se puede intervenir, detener y restaurar alguna función celular”
David Andrijevic, neurocientífico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale
De acuerdo con lo comentado por Andrijevic en un encuentro virtual con los periodistas, el proceso en cuestión recibe el nombre de OrganEx, y este se divide en dos etapas claves.
“El primero es un sistema de perfusión similar a los sistemas de soporte cardíaco y respiratorio que se conectan al sistema circulatorio. La segunda parte es un fluido celular sintético que se bombea y contiene diferentes elementos optimizados para promover la salud de las células, reducir la muerte celular y la inflamación por todo el cuerpo”.
Así, tras seis horas en las que los cerdos estuvieron conectados a OrganEx, se empezaron a notar cambios a nivel celular en cerebro, pulmones, corazón, hígado y riñones.
Y es que la sangre falsa logró restaurar algunas funciones de los órganos, tales como la actividad eléctrica en el corazón, la recuperación de la glucosa y a nivel genético la maquinaria celular volvía a poner en marcha sus mecanismos de reparación.
Stephen Latham, director del Centro Interdisciplinario de Bioética de Yale y coautor del estudio, considera que las principales aplicaciones de este estudio serían en los trasplantes de órganos.
“Creo que la tecnología es muy prometedora para nuestra capacidad de preservar órganos después de extraerlos de un donante. Podría tomar el órgano y conectarlo a este sistema de perfusión para poder transportarlo a larga distancia durante un largo período de tiempo hasta llevarlo a un receptor que lo necesite”.
Stephen Latham
Sin embargo, Latham asegura que estamos muy lejos de empezar a realizar estos experimentos en humanos, pero que este es un gran primer paso hacia nuevas formas de preservar la vida humana.
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