Conforme avancen las tecnologías en el mundo, nuevas formas de estafas irán apareciendo. Ahora se trata del vishing, una variante del phishing, pero que ahora usa la voces y las llamadas telefónicas.
Desde hace años las extorsiones y llamadas por teléfono, las cuales tienen la tarea de engañar al receptor y que ceda información o dinero, han estado presentes en gran parte del mundo.
Sin embargo, las tácticas han tenido que cambiar, siendo ahora el vishing el dolor de cabeza de miles.
Aplicando ingeniería social, los atacantes pueden marcar desde múltiples números de teléfono y hacerse pasar por trabajadores, técnicos o miembros de alguna organización social, bancaria o de soporte.
En este sentido, la idea del vishing es que el atacante obtenga información personal de la victima, ya sea su nombre completo, direcciones, correo electrónico y datos bancarios que en teoría, están protegidos.
Panda Security alerta de esta estafa y explica que “los atacantes no llaman de forma indiscriminada a una base de datos de teléfonos aleatoria, sino que estudian primero a sus víctimas”.
Estos buscan información en redes sociales para crear un perfil, conocer su dirección y poder crear una mejor coartada.
¿Qué se puede hacer contra el vishing?
La recomendación más importante y hasta obvia es no facilitar ningún tipo de información personal ni bancaria a través del teléfono.
Además, en caso de dudas, siempre hay que contactar con el banco o la entidad con la que supuestamente se ha puesto en contacto, pero a través de sus vías oficiales.
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