Las plataformas de streaming nos ofrecen un catálogo bastante amplio para saciar todas nuestras necesidades de entretenimiento, aunque en algunas ocasiones es necesario comprar una película para poder disfrutarla.
Y sí, aunque ya estés pagando una suscripción mensual, todavía tendrías que pagar más dinero por rentar o bien, hacerte totalmente de alguna película al comprarla. Sin embargo, a veces es más caro que la misma cuota del servicio en cuestión.
Lo malo, es que a diferencia de comprar una película en formato físico, la cual sabes que siempre vas a tener a la mano, en streaming podría simplemente desaparecer sin previo aviso.
Esto se comprueba con un apartado existente en las condiciones de compra de Amazon Prime Video, el cual dice lo siguiente:
“Por lo general, el Contenido digital comprado seguirá estando disponible para su descarga o transmisión desde el Servicio, según corresponda, pero puede que deje de estar disponible debido a posibles limitaciones de la licencia del proveedor de contenidos, o por otras razones, y Amazon no será responsable ante usted si el Contenido digital deja de estar disponible para descargas o transmisiones posteriores”.
punto 4 (“Contenido Digital”), apartado “i” (“Disponibilidad del Contenido digital comprado”)
Apple TV hace lo mismo, ya que incluso le recomienda al comprador que se haga con una copia de seguridad en caso de que, sólo porque sí, la película adquirida por más de 100 pesos desaparezca de la nada.
Así pues, comprar una película digital no garantiza que estará contigo toda la vida, así hayas pagado enteramente por ella.
Y aunque ya no es algo tan común, siempre es más recomendable y seguro hacerse con la versión física de cualquier película o serie que desees ver las veces que quieras.
Aunque claro, vas a necesitar de un DVD, pero aún quedan más de los que crees.
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