Xbox, una de las ramas más importantes de Microsoft, se había hecho con la suya al no tener restricciones en la compa de Activision Blizzard. Sin embargo, ahora el Reino Unido le pone trabas de las que difícilmente podrá salir.
La CMA (Competition and Markets Authority), que es el organismo regulador del mercado en Reino Unido, mostró su disconformidad provisional con la compra de Activision Blizzard, sumándose así a la postura adoptada por la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos y la Comisión Europea.
Así pues, este trío se ha encargado de abrir una carpeta de investigación respecto a la compra del desarrollador, pues se teme que su adquisición por Xbox desencadene un incremento del precio de los videojuegos y socavase la innovación en esta industria.
Y aunque en un principio la CMA estaba apoyando a Microsoft, ahora se ha puesto en su contra. Y es que según este regulador la compra de Activision Blizzard daría a Microsoft una ventaja competitiva decisiva en el ámbito del juego en la nube.
Además, baraja la posibilidad de que después de la compra los de Redmond decidiesen subir el precio de la suscripción a Game Pass.
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