Tras el fallo en la prueba de lanzamiento de la nave Starship, Elon Musk ya planea realizar un segundo despegue, aunque existirían algunas restricciones medioambientales para ello.
Con la primera prueba de la nave apodada como la “más poderosa del planeta”, algunas organizaciones medioambientales señalaron a Space X por no ser cuidadoso con la fauna y flora que rodea el centro de operaciones.
Además, la plataforma de lanzamiento quedó completamente destruida, por lo que la onda expansiva de ceniza, cascotes y arena llegó muchos kilómetros más allá de lo que los informes oficiales más pesimistas previeron que iba a llegar.
Tras esto, la FAA suspendió temporalmente el programa hasta determinar el impacto real en la salud de los vecinos, en el ecosistema y en las especies animales de la comarca.
“Los lanzamientos de cohetes y las explosiones [vinculadas] causan un daño significativo [en los hábitats] a través del aumento del tráfico de vehículos, del intenso calor, del ruido o de la contaminación lumínica de las actividades de construcción y lanzamiento”.
Comentó la FAA en su momento
Sin embargo, Elon Musk quiere probar un nuevo lanzamiento en las próximas 6 u 8 semanas, pero ahora mismo no es claro si podrá ocurrir.
Y es que un grupo de asociaciones ecologistas acaba de demandar a la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU por prevaricación, lo que complicará las operaciones de Space X, esto a pesar de tener “permisos” que le dejan hacer 20 lanzamientos al año.
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