En China, se están explorando métodos alternativos cómo tecnología biométrica para utilizar el transporte público más allá de las tarjetas y las aplicaciones móviles.
Se trata de una experiencia piloto en la línea de metro Daxing Airport Express, en Beijing, se está implementando el uso de tecnología biométrica basada en la palma de la mano.
En lugar de pasar una tarjeta o mostrar un código QR, los pasajeros pueden registrar su palma al comprar un boleto. Esta información biométrica se vincula con el viaje y se utiliza para validar el acceso.
Al llegar a las puertas de acceso, los pasajeros simplemente deben escanear su palma para autorizar el uso del boleto a través de la popular aplicación de mensajería WeChat.
Esta solución sin contacto y sin necesidad de efectivo permite a los pasajeros realizar su viaje de manera cómoda. Las puertas reconocen la palma de la mano, incluyendo las venas, sin necesidad de contacto físico. Incluso si los usuarios no tienen efectivo o sus teléfonos móviles están descargados, el sistema sigue siendo utilizable.
Para proteger la privacidad de los datos biométricos, se utilizan diversas tecnologías de cifrado. Sin embargo, algunos pueden tener preocupaciones sobre la privacidad en un país con una amplia red de cámaras equipadas con inteligencia artificial que monitorean los movimientos de los ciudadanos.
Aunque las huellas dactilares y el reconocimiento facial han sido los principales protagonistas de la biometría en años anteriores, propuestas como esta demuestran que el uso de las palmas de las manos es una alternativa interesante.
Otras entidades, como J.P. Morgan y Amazon, también han explorado el uso de la tecnología biométrica de la palma de la mano en el ámbito de los pagos en comercios y supermercados.
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