El uso de la inteligencia artificial de OpenAI, como ChatGPT, como un sustituto de terapeutas en el ámbito de la salud mental está ganando popularidad.
Aunque no está diseñado ni capacitado específicamente para brindar terapia, cada vez más personas recurren a esta IA para compartir sus problemas.
Y de esta forma, mejorar su salud mental.
A pesar de las recomendaciones, es importante tener en cuenta que ChatGPT no es un modelo de lenguaje entrenado en consulta psicológica.
Por ello, no debe ser utilizado como un reemplazo para el apoyo terapéutico adecuado.
Algunas personas sugieren que GPT-4 sería más adecuado para este propósito, pero afirman que incluso GPT-3.5 puede funcionar bien.
Las instrucciones para convertir a ChatGPT en un “terapeuta” implican instruir a la IA para que se disfrace de un psicólogo empático, interesado y que nunca termine la conversación.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos modelos de lenguaje no deben utilizarse para diagnosticar o tratar condiciones médicas serias.
OpenAI ha dejado claro que no respalda el uso de ChatGPT para tales fines y no ha comentado específicamente sobre su uso como terapeuta.
¿ChatGPT cómo terapeuta?
Si bien ChatGPT es capaz de mantener conversaciones naturales y puede generar confianza debido a su capacidad para desenvolverse con espontaneidad y afabilidad, es fundamental entender que no está diseñado para ofrecer terapia legítima.
Margaret Mitchell, científica en ética de Hugging Face, advierte que aunque algunas personas puedan encontrar útil esta tecnología, no necesariamente los está guiando en la dirección correcta.
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