Airbnb está experimentando una disminución en su actividad y en sus ingresos, según datos de la compañía.
Esta caída se ha reflejado en la baja del valor de las acciones de la empresa en un 10% en mayo, después de que se pronosticara un crecimiento de los ingresos más lento en el próximo semestre.
Aunque el crecimiento sigue siendo positivo, se espera que sea uno de los más bajos hasta la fecha, especialmente en comparación con el impulso que Airbnb experimentó durante la pandemia.
Esta tendencia a la baja se debe a varios factores. En primer lugar, la inflación en aumento y la situación económica actual han llevado a que muchos clientes retrocedan a la hora de realizar reservas de alojamientos.
En Estados Unidos, los ingresos de Airbnb han disminuido casi un 50% en ciudades como Phoenix, Arizona, y Austin, Texas, en comparación con mayo del año anterior.
Esta caída en Airbnb también puede tener consecuencias en el mercado inmobiliario. Si muchos propietarios de alojamientos deciden vender sus propiedades debido a la disminución de los ingresos, podría haber una crisis en el mercado de la vivienda.
La cantidad de alojamientos disponibles en Airbnb supera con creces el número de casas en venta en Estados Unidos, lo que podría resultar en una ola de ventas forzadas.
Además, los costos asociados con ser anfitrión en Airbnb han aumentado.
Los anfitriones deben asumir los gastos de rotación, cancelaciones y períodos de menor demanda, además de contratar servicios profesionales de administración y mantenimiento. Esto ha llevado a un aumento en los precios de los alojamientos en Airbnb, lo que ha generado que algunos clientes sientan que ya no es una alternativa más económica que los hoteles.
Otro factor que contribuye a la disminución de la demanda es la regulación y las restricciones impuestas por los gobiernos locales. Muchas ciudades han impuesto límites y regulaciones más estrictas a las plataformas de alquileres vacacionales, lo que ha afectado el crecimiento de Airbnb.
En general, esta disminución en Airbnb se debe a una combinación de factores, como la situación económica, el aumento de los costos para los anfitriones y la regulación más estricta.
La empresa enfrenta desafíos significativos para recuperar su impulso anterior y atraer a más clientes en medio de este panorama. Los anfitriones que buscan abandonar el negocio pueden optar por vender, alquilar a largo plazo o mudarse.
También te puede interesar: Airbnb ofrece refugio a 100 mil ucranianos debido a los ataques de Rusia