La llegada de Worldcoin a México ha generado controversia debido a su promesa de una renta básica universal basada en criptomonedas a cambio del escaneo del iris de las personas.
La startup, impulsada por Sam Altman, ha estado recopilando datos biométricos de personas en situación de pobreza en países en desarrollo, incluyendo México, con el objetivo de distribuir su criptomoneda, llamada Worldcoin, de manera equitativa.
La empresa ha utilizado prácticas de marketing engañosas y no ha obtenido un consentimiento informado de las personas que participan en el escaneo de iris.
Su dispositivo, el “orbe cromado”, se utiliza para confirmar criptográficamente la identidad única de las personas escaneadas y recopila datos biométricos como imágenes de alta resolución del cuerpo, la cara y los ojos, incluido el iris.
Hasta el momento, Worldcoin ha recopilado datos de 450 mil personas en 24 países, la mayoría de ellos en vías de desarrollo, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos biométricos recopilados.
Aunque la empresa afirma que la información biométrica se elimina una vez que se completa el entrenamiento de su red neuronal de inteligencia artificial, no está claro cómo se manejarán los datos en el futuro.
Además, el proyecto ha sido criticado por recopilar datos biométricos sin un consentimiento plenamente informado, especialmente en países con legislaciones débiles de protección de datos.
Aunque las personas que participan en el escaneo actualmente reciben una pequeña cantidad de Worldcoin, la moneda aún no ha sido lanzada oficialmente y su valor real es incierto.
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