El progreso de los robotaxis, vehículos autónomos destinados a funcionar como taxis, continúa su marcha en San Francisco. A medida que estos vehículos sin conductor alcanzan mejoras notables, se perfilan como una opción práctica y segura para abordar la congestión vehicular y reducir los accidentes de tráfico.
San Francisco se ha convertido en un epicentro crucial para esta innovación en el transporte. Empresas como Waymo y Cruise han estado probando sus coches autónomos en las calles de esta ciudad, buscando demostrar su eficacia a gran escala.
A pesar de la oposición de ciertos activistas, bomberos y policías, y de los peculiares métodos de boicot y protesta, los robotaxis lograron una victoria significativa la semana pasada en San Francisco. La Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC) otorgó permisos a Waymo y Cruise para operar sus robotaxis las 24 horas del día.
Sin embargo, el debut de las operaciones comerciales continuas para los robotaxis estuvo acompañado de contratiempos. Una serie de incidentes ensombrecieron este logro y suscitaron críticas de la Junta de Supervisores de San Francisco.
Uno de los problemas ocurrió poco después de que la CPUC otorgara los permisos. En una noche de viernes, una decena de robotaxis de Cruise causaron un caos de tráfico al detenerse sin motivo aparente en North Beach. Estos vehículos permanecieron inmóviles en Grant Avenue durante aproximadamente 20 minutos, incapaces de moverse.
La subsidiaria de General Motors, Cruise, explicó que estos atascos se debieron a problemas de conectividad móvil. La interrupción de la conexión a Internet afectó la operación normal de los vehículos autónomos, lo que evidenció su dependencia de la red.
Además, durante la misma semana, otro robotaxi de Cruise quedó atascado en un proyecto de pavimentación en Western Addition. Estos incidentes han resaltado la necesidad de mejorar la tecnología y solucionar problemas de conectividad para garantizar el funcionamiento sin contratiempos de los robotaxis.
Aunque los avances en la tecnología autónoma son notables, estos episodios subrayan que todavía hay desafíos pendientes en el camino hacia una implementación exitosa de los robotaxis. Las empresas detrás de estos vehículos deberán abordar estos problemas para garantizar una experiencia fluida y segura para los usuarios y para la ciudad en su conjunto.
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