Hace algunas semanas, la compra de Microsoft y Activision fue objeto de controversia debido a la negativa de la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) de aceptar la adquisición. Sin embargo, recientes cambios en la propuesta podrían abrir la puerta a una revisión de la situación.
Inicialmente, la CMA había anunciado la prohibición total de la adquisición. Sin embargo, Sarah Cardell, directora ejecutiva de la CMA, ha declarado que la propuesta original del acuerdo no puede continuar en su forma original.
El cambio clave en la propuesta es la venta de los derechos de streaming de juegos en la nube a un competidor. Microsoft acordó transferir los derechos de streaming en la nube de todos los juegos de Activision Blizzard, tanto actuales como futuros, para PC y consola, a Ubisoft Entertainment SA durante los próximos 15 años. Estos derechos serán perpetuos.
Esta acción tiene como objetivo abordar las preocupaciones de la CMA sobre el impacto en los juegos en la nube y podría reiniciar las conversaciones con el regulador del Reino Unido.
Ubisoft confirmó que juegos de Activision Blizzard, como Modern Warfare II, se incluirán en su servicio de suscripción, Ubisoft+ Multi Access, así como en su complemento Ubisoft+ Classics para usuarios de PlayStation.
Aunque los juegos aún podrán estar disponibles en el servicio Game Pass de Microsoft, no podrán convertirse en exclusivos de ninguna plataforma de juegos en la nube.
A pesar de estos cambios, la CMA no ha otorgado una luz verde definitiva a la adquisición y examinará detenidamente los detalles del acuerdo reestructurado y su impacto en la competencia.
Si, a pesar de los cambios, la compra se cancela, existen posibles consecuencias, como la retirada de juegos de Activision Blizzard del mercado del Reino Unido. Esta acción permitiría a Microsoft acelerar el acuerdo sin depender de la aprobación de la CMA.
La batalla legal también se ha extendido a la Comisión Federal de Comercio de EE. UU. (FTC, por sus siglas en inglés), que alega que el acuerdo sería perjudicial para la competencia, citando juegos como Starfield como prueba.
Aunque Microsoft ha declarado que no planea convertir franquicias emblemáticas como Call of Duty en exclusivas para sus consolas y ha firmado acuerdos para mantener los futuros títulos en todas las plataformas, los fanáticos podrían enfrentar una espera prolongada para ver los efectos finales de este acuerdo y disfrutar de los juegos en sus servicios de streaming.
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