Las contraseñas son las llaves que dan acceso a la información que guardamos en gadgets y en redes, y a lo largo de varias décadas nos han permitido navegar con cierta seguridad, manejando incluso información delicada de bancos o de salud.
Pero el avance de la tecnología nos ha demostrado que usar una simple contraseña ya no es tan seguro como era antes, ahora los ciberdelincuentes tienen aplicaciones mucho más avanzadas para robar la información.
Por lo anterior, las grandes compañías de tecnología poco a poco están migrando hacia una nueva era de seguridad para los usuarios.
Cada vez más teléfonos inteligentes utilizan los datos biométricos como contraseña, eso incluye el desbloqueo facial y dactilar, el uso del pin y otras tecnologías.
El “Passkey” o llave de acceso es la evolución del mundo de las contraseñas, tratando de combatir a los hackers y las personas dedicadas a robar información personal.
“Ya está más que claro que somos incapaces de tener disciplina a la hora de cuidar las claves y cambiarlas cuando toca”, dice Roberto Llop, responsable para el sur de Europa de la empresa de ciberseguridad Cyberark.
¿Cuál es el futuro de la tecnología para contraseñas?
Y poco a poco este tipo de tecnología va a llegar incluso a los sitios web, los que eventualmente un día van a dejar de pedir contraseñas escritas y van a utilizar la autenticación biométrica para permitir el acceso a sus usuarios.
Aunque siempre hay quienes dicen que usar datos biométricos no será tan bueno a la larga, por un tema de control de información y bases de datos, sin embargo, al menos en este momento es la opción más segura que existe frente a la cantidad de piratas cibernéticos que están aguardando para robar nuestra información.
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