La NASA ha otorgado a SpaceX, propiedad de Elon Musk, un contrato de hasta 843 millones de dólares para desarrollar y construir una nave espacial conocida como “US Deorbit Vehicle”.
Esta aeronave será crucial para la retirada segura de la Estación Espacial Internacional hacia su destino final en el océano Pacífico. Esto debido a que tras su desmantelamiento previsto para 2030.
El anuncio realizado por la agencia espacial estadounidense destaca que esta decisión facilitará una transición segura de la EEI en la órbita terrestre baja al final de su vida útil.
Aún así la NASA supervisará todas las operaciones de la nave
Una vez construida por SpaceX, la NASA asumirá la propiedad de la nave y supervisará todas las operaciones durante su misión.
La EEI, con un peso de 430 mil kilogramos, es la estructura más grande jamás construida en el espacio y ha sido habitada de forma continua por una tripulación internacional desde 2001.
Tras su desintegración planificada en tres etapas durante la reentrada atmosférica, se espera que partes significativas caigan en una región remota del océano Pacífico conocida como Point Nemo.
Comúnmente a esta zona se le conoce como el “cementerio” de satélites y naves espaciales debido a su ubicación aislada.
Aunque la EEI está programada para operar hasta 2030 con el compromiso de países como Estados Unidos, Japón, Canadá y la Agencia Espacial Europea, la participación de Rusia se limita hasta 2028.
Mientras tanto, diversas empresas, incluyendo Axiom Space y Blue Origin de Jeff Bezos, están desarrollando sucesores comerciales para la EEI.
Este contrato con SpaceX subraya el papel crucial del sector privado en la exploración espacial y la sostenibilidad de las operaciones en el espacio exterior a medida que la humanidad avanza hacia futuras misiones y proyectos.
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